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Este tipo de ventanas, sean fijas o móviles, pueden reemplazar a las de cristal, porque proveen, de seguridad antivandalismo, ante golpes a mano, (NO DE ARMAS DE FUEGO), además minimizan las pérdidas económicas en las terminales automotrices, por roturas de los cristales convencionales, en la instalación en los vehículos. También permiten ahorrar en el vehículo energía, con respecto al aire acondicionado y a la calefacción, por su alta aislación térmica. Su filtro a los rayos ultravioleta, evitan que la luz solar degrade, los tapizados y alfombras en el interior del vehículo, cuando este está expuesto al sol, por largos períodos. Además se empanan solamente del lado de afuera del vehículo, en días de baja temperatura o lluvia, porque no se enfrían como los cristales convencionales y no se produce condensación de agua por las diferencias de temperatura entre el interior del vehículo y el exterior del mismo. Por lo tanto los vehículos automotores pueden prescindir, de los desempanadores por aire y de la resistencia eléctrica en la luneta trasera. Además tienen la particularidad de ser más acústicas que las ventanas con cristales convencionales, esto permite aislar aún más la cabina del vehículo de los ruidos del medio ambiente. Poseen un tratamiento antiabrasivo, de ambas caras de las ventanas, evitando que se raye por efecto de limpieza o abrasión de medio ambiente.
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