| 摘要 |
La producción de fertilizantes orgánicos consiste en la mineralización de materia orgánica, sustancias y compuestos de origen vegetal y/o animal. La mineralización se realiza en dos etapas, la primera es de compostaje, la segunda, de lombricultura. A la primera etapa se la acelera sometiendo a la materia orgánica a la comprensión siguiendo la curva de líquido saturado del ciclo del agua, la alta temperatura resultante de esta acción y la debida a la fricción la esterilizan como consecuencia. Las esporas y semillas sobrevivientes se destruyen por explosión a la salida de la maquina debido a la expansión del agua contenida en ellas. Este proceso es una cocción que por las altas temperaturas originadas descompone vitaminas, proteínas, grasas, etc, en sustancias mas simples, similar a lo que ocurre en la producción de cornflakes. Un efecto adicional es que este producto resulta en una pasta puré que será de fácil asimilación en la segunda etapa, de lombricultura. Posterior a la acción de la comprensión se impregna la masa resultante con un caldo bacteriológico para la síntesis biológica de las moléculas de celulosa de las sustancias de origen vegetal. La acción del caldo bacteriológico continúa hasta el final del proceso. Esta etapa, así desarrollada, será equivalente a las etapas mesotérmicas 1 y termogéneticas 1 del proceso de compostaje natural que se utiliza habitualmente en el reciclaje de la materia orgánica. Las presiones que se desarrollan en la comprensión son próximas a la crítica del agua, 150-210 atmósferas y las temperaturas del orden de los 340-350°C. El tiempo requerido es de 300 segundos aproximadamente desde el ingreso a la maquina hasta la inoculación del caldo bacteriológico. Luego del inoculado, la masa resultante entre en lo que denominaremos reactor aeróbico dinámico que proporcionan las condiciones adecuadas de temperatura y humedad, 40°C y 80% de humedad relativa del aire. El tiempo de permanencia en el reactor dependerá de las características de la materia prima inicial. Finalmente, al producto resultante se lo somete a la acción de las lombrices para la etapa final. Las bacterias del inóculo son inocuas para los anélidos y su acción se mantiene hasta el final.
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